El Juego de tu Vida

A la pregunta ¿admites que te gusta el programa EL JUEGO DE TU VIDA? YO respondo que SI, y la respuesta es VERDAD.

Así como los concursantes del programa tienen hijos preferidos, este es uno de mis programas favoritos.

El motivo por el que quiero hablaros de el es porque parece que dentro de poco se acaba hasta nuevo aviso.

El Juego de tu Vida me gusta por una razón: No engaña a nadie. El trato es simple. Vienes al programa, sacamos a la luz tus miserias y las de tu familia, que por eso los traemos también al programa y, si lo consigues, te llevas bastante dinero (hasta 100000 euros).

Hay mucha gente que desaprueba y se rasga las vestiduras por el hecho de que un programa se dedique a airear las miserias de la gente (y por extensión de su familia, amigos, etc) por dinero, pero amigos, esto no es nada nuevo, yo estoy harto de ver programas donde se da trato de estrella a desgraciados que me venden como famosos.

Por lo menos El Juego de tu Vida tiene algo de original, y es que el protagonista es alguien como tu o como yo que tiene unas historias parecidas a las tuyas o las mías, pero siempre han ido un poco más allá, donde tu dirías que ya sería pasarse.

Entiendo que es un programa que puede herir sensibilidades, pero por eso se emite de madrugada.

Me gusta El Juego de tu Vida porque saca a la luz los secretos de la gente corriente. Y me gusta también porque sus concursantes y sus familia son gente que quiere que se sepan los secretos. Eso si, yo no digo que sean gente valiente ni nada de eso, simplemente obtienen lo que hay.

Lo único que no me gusta del programa es el ritmo que le imprime Emma García (presentadora perdida en programas de segunda). Repite demasiado la estructura del juego, repite demasiado la palabra VERDAD, repite que hay que no hay que mentir y eso cansa mucho, porque lo que queremos son las preguntas que se hacen a los concursantes.

Aparte de esto, sobre el programa siempre planea la sombra de la trampa, del trucaje de las respuesta o del pacto, pero bueno, realmente a quien le importa si con él consiguen un divertidísimo espectáculo televisivo.

En fin, que no dure mucho el parón vacacional que van a hacer y que por lo menos el tiempo lo aprovechen buscando a nueva gente dispuesta a todo.